12 remedios caseros para aliviar la alveolitis seca

La alveolitis seca es una dificultad común que surge después de la eliminación de un diente y se caracteriza por provocar un dolor fuerte. Se produce cuando se forma un coágulo de sangre en una cavidad hueca a causa de la extracción de un diente, ya que al disolverse, deja el nervio y el hueso expuesto a los fluidos, los alimentos y el aire. La alveolitis seca es también conocida como osteítis alveolar.

¿Qué origina la alveolitis seca?

El coágulo de sangre que se forma después de la extracción del diente es vital para la protección óptima de los nervios y los huesos que están en la parte inferior. La disolución de la coagulación de la sangre por cualquier razón, pone fin a la cicatrización normal provocando la alveolitis o la osteítis alveolar. La contaminación, infección, dolor, bacterias, trauma y ​​el estrógeno, eliminan el coágulo de sangre dejando la cavidad hueca sin protección. Por tal motivo, es fundamental reducir los factores de riesgo tanto como sea posible, para evitar la alveolitis.

Síntomas de la alveolitis seca

Varios signos y síntomas que te permiten identificar la alveolitis:

• Dolor fuerte después de la extracción del diente.
• Visibilidad del hueso.
• Cavidad hueca en el lugar de la extracción del diente.
• Pérdida parcial o completa del coágulo de sangre.
• Radiación de dolor que se refleja en el ojo, el oído o en el cuello en el mismo lado donde se extrajo el diente.
• Sabor desagradable en la boca.
• Fiebre leve. Ver; 26 remedios caseros para reducir la fiebre
• Constante mal olor o mal aliento en la boca. Ver; 15 remedios caseros para eliminar el mal aliento
• Ganglios linfáticos inflamados alrededor de la mandíbula y el cuello

¿Quiénes son más propensos a la alveolitis seca?

Algunas personas están en mayor riesgo de contraer la alveolitis que otras. Entre estas personas están:

• Quienes tienen una mala higiene bucal.
• Las personas que fuman. Ver; 16 Remedios caseros para dejar de fumar
• Los que están más inquietos durante la cirugía de extracción del diente.
• Las personas a las que le han extraído las muelas del juicio. Ver; 40+ Remedios caseros para aliviar el dolor de las muelas del juicio.
• Las mujeres que toman píldoras anticonceptivas.
• Aquellas que tienen antecedentes de alveolitis.

Remedios caseros para la alveolitis seca

1. El aceite de clavo de olor. El aceite de clavo de olor ha demostrado ser un tratamiento eficaz para la alveolitis. Aplica el aceite directamente sobre la alveolitis seca con la ayuda de un bastoncillo de algodón. Para utilizar el remedio a base de aceite de clavo de olor, primero moja el bastoncillo de algodón en agua y luego sumérgelo en el aceite de clavo de olor. Aplícalo sobre la alveolitis seca. También puedes aplicarlo en los dientes doloridos vecinos. Hazlo una o dos veces en un día.
2. Agua con sal. Hacer gárgaras con agua tibia y sal también proporciona alivio al dolor causado por la alveolitis seca.
3. Yogur. Consume mucho yogurt ya que funciona como un antibiótico natural.
4. Paquete de hielo. Para evitar la inflamación de las mandíbulas debes colocar hielo en la alveolitis seca.
5. Bolsita de té fría. Toma una bolsa de té fría y presiónala con la ayuda de tus dientes en la región de mayor dolor. El ácido tánico presente en el té alivia el dolor. Este es un tratamiento casero eficaz para la alveolitis seca.
6. Solución de cúrcuma. Agrégale al enjuague bucal una pizca de cúrcuma y agua tibia ya que esto proporciona alivio al dolor causado por la alveolitis seca.
7. Pasta de sal, cúrcuma y aceite de mostaza. Una pasta a base de cúrcuma, sal y aceite de mostaza se puede aplicar directamente sobre la zona afectada. Esto alivia en gran medida el dolor y es considerado como uno de los mejores remedios caseros para esta dolencia. También ayuda a mantener una buena salud dental.
8. Gasa. Puedes colocar una gasa pequeña y húmeda en la alveolitis seca para evitar la exposición directa con la saliva y aire ya que intensifican el dolor.
9. Agua oxigenada. Enjuaga tu boca con agua oxigenada y sentirás un alivio instantáneo. Recuerda que no debes tragar la solución.
10. Raíz de valeriana. La raíz de valeriana se considera como uno de los mejores sedantes naturales. Alivia el dolor excesivo, la ansiedad y el estrés causado por la alveolitis. También acelera el proceso de curación.
11. Sal y limón. La mezcla de sal y jugo de limón es un antiséptico natural y previene la infección en la alveolitis seca. Aplica esta mezcla sobre las encías. También puedes beber jugo de limón fresco. El limón es una rica fuente de vitamina C que ayuda a curar rápidamente el problema.
12. Permanecer hidratado. Toma abundantes líquidos para mantenerte hidratado. La hidratación ayuda a prevenir los vértigos y el dolor causado por la alveolitis.

Como prevenir la alveolitis seca

Se deben tomar ciertas medidas para evitar la alveolitis.

• Evitar el tabaquismo.
• Evitar mascar tabaco.
• Mantener una buena higiene oral para curar la alveolitis dental.
• No tocar la herida con los dedos u otros objetos.
• Mantenerse bien hidratado.
• Descansar.
• No usar absorbentes para beber líquidos.
• Comer alimentos blandos.
• Tomar todos los antibióticos.
• Dormir con la cabeza elevada.

Con estos remedios caseros podrás tratar efectivamente la alveolitis seca desde la comodidad de tu hogar.

Respuestas rápidas a preguntas frecuentes

¿Qué es la alveolitis alérgica?

La alveolitis alérgica, también llamada neumonitis por hipersensibilidad, es un grupo de enfermedades pulmonares que se caracterizan por la inflamación de este órgano. Es causada por una reacción alérgica a la exposición intensa o prolongada a los polvos de origen animal o vegetal.

Las partículas de polvos que entran en contacto con las mucosas, son mezclas complejas de muchas fuentes, como la bola de hierbas, cortezas, madera, caspa de animales y microorganismos, incluyendo bacterias y hongos. Los microorganismos producen productos químicos tóxicos que se agregan a esta mezcla. Este polvo también puede contener insectos y fragmentos de éstos, excrementos de pájaros, orina de rata seca, heno mohoso, paja, grano o plumas.

¿Qué es la alveolitis pulmonar?

La alveolitis pulmonar es un síndrome que combina la tos, la disnea y la fatiga causada por la inhalación de polvos alérgenos, al cual la personas se ha sensibilizado previamente. Por lo general se perciben mediante los microorganismos de viento contentivos de esporas de moho y hongos que se inhalan, causando reacciones alérgicas o inflamación del tejido pulmonar responsable.

Estas partículas extrañas en el cuerpo humano son suficientes para llegar a los alvéolos, provocando una respuesta inmune e inflamatoria de los tejidos. El origen de estas partículas puede ser de diversos orígenes: hongos, bacterias, productos de origen animal, vegetal, etc. y pueden provocar reacciones aguda, subaguda y crónica.

¿Cómo se trata la alveolitis dental?

La alveolitis dental es la infección de la célula después de la extracción del diente inferior de la muela que crece detrás de los molares. La célula es, por definición, esta porción hueca en la que se intercalan los dientes. Si se encuentra que el coágulo no sigue su proceso normal, se produce una alveolitis dental.

No se requiere ningún tratamiento especial para tratar la alveolitis dental. Sin embargo, el dentista puede recomendar la toma de analgésicos; el óxido de zinc, eugenol o aceite de clavo que resultan muy eficaces para eliminar rápidamente el dolor y la irritación del hueso.

Diferencias entre la alveolitis seca y húmeda

La alveolitis seca es la complicación más común de la extracción del diente. Se produce cuando el coágulo de sangre que cubre la zona afectada se ha desprendido. Esto hace que los huesos y los nervios queden expuesto, lo que provoca un dolor sumamente intenso. La diferencia entre la alveolitis seca y húmeda o supurada como también se le conoce, es que en la alveolitis húmeda, el coagulo permanece en el área, pero sufre una infección y una inflamación con predoinio alveolar, lo que origina abundante sangrado y en este caso, el dolor es menos intenso que el de la alveolitis seca.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 26, 2019.