Enfermedades vaginales: Lo que necesitas saber
La vagina es el canal muscular que va desde el útero hacia el exterior del cuerpo. Esta zona es aquejada por muchos problemas, que pueden variar en cuanto a síntomas, gravedad y tratamiento. En este artículo estaremos hablando sobre algunas de las enfermedades más comunes, sus síntomas y los tratamientos básicos.
Sistema reproductivo femenino
La vagina es parte del sistema reproductivo de la mujer, el cual incluye a todos los órganos que intervienen en la reproducción. Los órganos reproductores femeninos están situados en la pelvis, entre la vejiga urinaria y el recto. Ellos son:
- Los ovarios
- Las trompas de Falopio
- El útero
- El cuello uterino
- La vagina
Cuando el ovario libera un óvulo, este viaja desde la trompa de Falopio hacia el útero. En este viaje puede ocurrir la fecundación o no. Si la mujer queda embarazada, el feto se desarrolla y permanece en el útero hasta el momento del parto. Si no queda embarazada, el revestimiento endometrial, que crece y se engrosa cada mes es espera de un posible embarazo, fluye fuera del cuerpo y es cuando se produce el período menstrual. A medida que se acerca la menopausia, los períodos se vuelven irregulares y eventualmente se detienen. La menopausia se establece una vez que los ovarios dejan de producir hormonas y de liberar óvulos.
La parte baja y estrecha del útero es el cuello uterino. Este es el pasaje que va desde el útero hacia la vagina. La vagina se abre al exterior entre la uretra y el recto. Por su parte la vulva incluye a los órganos sexuales externos de la mujer, o sea, los labios vaginales, el clítoris y las aberturas.
Síntomas de las enfermedades vaginales
Muchas enfermedades vaginales tienen síntomas similares, aunque pueden variar dependiendo de la naturaleza de cada condición, ya sea una infección bacteriana, fúngica o enfermedad venérea.
Los principales síntomas suelen incluir:
- Flujo vaginal abundante, de color amarillo, verdoso o gris
- Flujo vaginal grueso, de color blanquecino/gris, similar al queso cottage
- Flujo vaginal delgado, de color blanco o gris
- Ardor e irritación vaginal/vulvar
- Picazón vaginal intensa
- Malestar o dolor durante las relaciones sexuales
- Dolor abdominal bajo
- Dolor al orinar
- Sangrado vaginal anormal
- Olor vaginal muy fuerte y desagradable
Si usted nota cualquiera de estos síntomas u otros cambios, consulte a su médico. Diagnosticar el problema a tiempo facilita su tratamiento en la mayoría de los casos.
Infecciones
Una de las afecciones más comunes es la vaginitis o inflamación de la vagina. En las mujeres con edad fértil, la causa más frecuente de vaginitis es una infección bacteriana o fúngica y el síntoma principal es el flujo vaginal maloliente, aunque algunas mujeres no tienen síntomas.
Las infecciones vaginales por hongos también son muy frecuentes. Normalmente la vagina posee una población inofensiva de levaduras, pero cuando estas comienzan a crecer y multiplicarse de manera anormal, causan una infección. Lo mismo ocurre para la vaginosis bacteriana, una condición provocada por el crecimiento excesivo de las bacterias normales de la vagina. Las infecciones por hongos se tratan con cremas, óvulos y otros medicamentos antimicóticos, mientras la vaginosis bacteriana se trata con antibióticos.
La tricomoniasis, la gonorrea y la clamidia son otras enfermedades muy comunes, pero pertenecen al grupo de las enfermedades venéreas o de transmisión sexual. En este caso, pueden causar problemas vaginales más serios. El tratamiento se basa en el uso de antibióticos. Dadas las consecuencias que pueden tener para la salud, se recomienda evitarlas mediante el uso del condón en todas las relaciones sexuales de riesgo.
Sequedad vaginal
La sequedad vaginal puede ser más frecuente y empeorar durante o después de la menopausia. En esta etapa hay menos estrógeno presente en el cuerpo de la mujer, esto puede causar atrofia vaginal y a su vez, la sequedad.
La atrofia vaginal ocurre cuando las paredes vaginales adelgazan y se inflaman. Por su parte la sequedad vaginal se manifiesta a través de varios síntomas, como la picazón, ardor y el dolor o malestar durante las relaciones sexuales. Para aliviarlos se recomienda la aplicación de una crema vaginal hidratante o un lubricante. Cuando estos productos no ayudan, es necesario acudir al médico para obtener una evaluación más detallada y en consecuencia, el tratamiento más adecuado. Existen otros tratamientos para la sequedad vaginal que incluyen la terapia de estrógenos por vía oral o vaginal. Se ha demostrado que las dosis bajas de estrógeno pueden ayudar a hidratar la vagina y mejorar la fuerza y elasticidad de las paredes vaginales. La actividad sexual regular también puede ayudar a prevenir la sequedad y atrofia vaginal.
Prolapso de órganos
Algunos problemas vaginales pueden ser causados por los órganos alrededor de la vagina. Por ejemplo, cuando la vejiga cae sobre la pared vaginal, crea una condición llamada vejiga prolapsada o cistocele. El cistocele ocurre cuando los músculos de la vagina ya no pueden mantener a la vejiga en su ubicación normal, o sea, en la parte superior y delantera de la pelvis. Esto puede ser el resultado de un esfuerzo muscular, por ejemplo durante el parto, al levantar objetos pesados o durante la defecación. Cuando el cistocele es leve puede no requerir tratamiento, a veces practicar los ejercicios de Kegel ayuda a fortalecer los músculos y soluciona el problema. Por el contrario, un cistocele significativo puede requerir cirugía para empujar la vejiga fuera de la vagina y apoyarlo de modo que permanezca en una posición más normal. Cuando no se atiende, un cistocele severo puede causar:
- Infecciones urinarias frecuentes
- Fuga de orina
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Problemas para vaciar la vejiga
Existe una condición similar conocida como rectocele, pero en este caso es el recto quien cae en el área vaginal. Igualmente puede surgir debido por diferentes tipos de esfuerzo, por ejemplo durante el parto. Los rectoceles leves pueden no necesitar tratamiento o ser tratados con los ejercicios de Kegel. Los rectoceles significativos pueden requerir cirugía para apoyar el recto en una posición más normal. Estos pueden causar:
- Un prolapso de tejido a través de la abertura vaginal
- Estreñimiento
- Sensación de presión rectal y llenura
Cáncer
Como seguro ya sabes, el cáncer comienza a formarse en las células, que son los componentes básicos de nuestro cuerpo. Normalmente, el organismo forma nuevas células a medida que las necesita, en sustitución de las células viejas que mueren. Cuando este ciclo normal se ve afectado, puede formarse un tumor. Si un tumor es canceroso, sus células pueden invadir a otros tejidos cercanos y diseminarse por todo el cuerpo.
Existen varios tipos de cáncer que afectan al sistema reproductivo femenino, como el cáncer de vagina, de vulva, de útero y de cuello uterino. Todos suelen causar síntomas alarmantes que no deben ser pasados por alto, por ejemplo dolor inexplicable, flujo vaginal inusual y sangrado anormal.
Dado que en las etapas tempranas de la enfermedad es posible que la mujer no presente síntomas, es muy importante realizarse la prueba de Papanicolau regular, solo así se pueden detectar los cambios precancerosos en la fase inicial y se tiene mejor oportunidad de tratarlos con éxito.
Diagnóstico de las enfermedades vaginales
Las enfermedades vaginales pueden ser detectadas por un médico o ginecólogo durante el examen pélvico regular. Este examen comprueba que no existan bultos u otros cambios notables en la vagina, el útero, el cuello uterino, las trompas de Falopio, los ovarios y el recto.
Durante la revisión es común que se tome una muestra de fluido vaginal para examinarla y descartar posibles infecciones. Los análisis de sangre y de orina también pueden ser utilizados para diagnosticar enfermedades y otras causas para ciertos síntomas.
La prueba de Papanicolaou es otro examen de rutina durante el cual se recogen muestras de células del cuello uterino para identificar posibles anomalías. Es una prueba muy útil para diagnosticar cambios celulares que pueden convertirse en cáncer.
El cáncer vulvar puede diagnosticarse a través de una biopsia, que es la extracción de células o tejidos para observar bajo microscopio.
Factores de riesgo para las enfermedades vaginales
Algunas mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades vaginales, por ejemplo aquellas que tienen relaciones sexuales con múltiples parejas o que tienen el sistema inmunológico debilitado.
Practicar ciertos hábitos higiénicos incorrectos también puede jugar un papel importante. Aquí se incluyen el lavado excesivo con productos de higiene íntima, el uso de las duchas vaginales, la limpieza de atrás hacia delante del área genital, el uso de ropa interior sintética y ajustada, entre otros.
También se ha demostrado que tener determinadas infecciones vaginales puede desencadenar problemas ginecológicos más serios. Cuando enfermedades como la clamidia, la tricomoniasis y la vaginosis bacteriana permanecen sin tratamiento pueden causar la enfermedad inflamatoria pélvica, la obstrucción de las trompas de Falopio y en consecuencia, el embarazo ectópico, el parto prematuro y la infertilidad.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.