Todo sobre la fractura de húmero
El húmero es el hueso largo que va desde el hombro hasta el codo. En la parte superior se articula con la escápula y en el parte inferior con el cúbito y el radio.
Las fracturas de húmero generalmente son el resultado de caídas o traumatismos directos. Pueden ocurrir en personas de cualquier edad, pero son más comunes en ancianos y jóvenes. Este es un hueso que suele sufrir fracturas patológicas. Se puede sospechar de fractura patológica si alguna de las siguientes características está presente:
- Dolor óseo anterior a la fractura.
- Hinchazón en la extremidad antes o después de fractura.
- Anormalidad quística del húmero en una radiografía.
- Historia de malignidad, particularmente metastásica.
- Enfermedad ósea de Paget.
Clasificación de las fracturas de húmero
La clasificación de las fracturas de húmero suele ser difícil. Existe un método que las divide en:
- Fractura de húmero proximal
- Fractura de húmero diafisaria
- Fractura de húmero distal
Fractura de húmero proximal
Por lo general, ocurre después de una caída a la altura de los pies, donde el cuerpo queda sobre la mano extendida. También puede ser el resultado de un golpe directo.
Suele afectar más a los ancianos, adultos jóvenes y personas osteoporósicas, especialmente mujeres.
Esta fractura causa dolor, pérdida de la función del hombro / brazo, hinchazón y moretones.
Durante la evaluación médica, se determina el mecanismo de lesión, se establecer si la osteoporosis es probable, se comprueba si hay lesiones asociadas al brazo, hombro, pared torácica, pulmones y se realiza un examen neurológico, en particular del nervio axilar, mediante pruebas de sensibilidad y fuerza muscular en las extremidades superiores. Además se comprueban los pulsos periféricos y si hay posibles déficits neurológicos o vasculares.
El diagnóstico de la fractura se realiza mediante radiografías o tomografía computarizada en los casos más difíciles.
Como regla general, la fractura debe ser inmovilizada tan pronto como sea posible y si es necesario, dar un analgésico para el dolor. Se debe mantener al paciente cómodo y minimizar su necesidad de movimiento. Las fracturas abiertas, las que se asocian con una dislocación del hombro y las que se presentan en combinación con una fractura del antebrazo son una emergencia quirúrgica y requieren la opinión ortopédica inmediata.
Entre las complicaciones que pueden surgir de una fractura de húmero proximal se incluyen la lesión neurovascular, la necrosis avascular de la cabeza humeral, la consolidación viciosa, la luxación glenohumeral y la lesión del manguito de los rotadores, entre otras.
El pronóstico de la fractura depende del tipo, el mecanismo de lesión, la edad del paciente y su salud general. Una persona mayor que sufre una fractura de húmero proximal casi nunca recupera toda la gama de movimiento, ya sea tratada de forma conservadora o quirúrgica. En estos casos el objetivo de la rehabilitación es lograr un rango de movimiento funcional. En general, la recuperación toma por lo menos un año, pero la unión del hueso se espera en 6-8 semanas.
Fractura de húmero diafisaria
La mayoría de los casos son causados por una simple caída, pero también pueden estar asociados a una lesión no accidental (en niños <3 años), a un traumatismo directo o a lesiones de torsión en un miembro superior. Se dice que afecta con mayor frecuencia a personas de avanzada edad. Este tipo de fractura suele causar dolor en el brazo, inflamación y deformidad.
Durante la evaluación médica es importante realizar un examen neurovascular, prestando especial atención al nervio radial. También se toman radiografías laterales del húmero, incluyendo vistas del hombro y el codo.
Al igual que en las fracturas proximales, las fracturas diafisarias deben ser inmovilizadas tan pronto como sea posible y si es necesario, dar un analgésico para el dolor. Se debe mantener al paciente cómodo y minimizar su necesidad de movimiento. La mayoría de los casos pueden ser tratados de forma no quirúrgica, con ayuda de yesos, férulas o brazo ortopédicos.
Las fracturas diafisarias de húmero ligeramente desplazadas o superpuestas pueden ser tratadas mediante reducción cerrada y la colocación de una férula desde el hombro hasta la muñeca. La fijación quirúrgica puede ser necesaria si la fractura es segmentaria o si hay compromiso vascular. Esto implica una reducción abierta y el uso de placas y tornillos de fijación o clavado intramedular. La lesión del nervio radial es un riesgo en cualquiera de estos procedimientos quirúrgicos.
Entre las complicaciones más probables de este tipo de fractura humeral se incluyen la lesión del nervio radial, la lesión de la arteria braquial y la ausencia de unión entre ambas partes del hueso.
Respuestas rápidas a preguntas frecuentes
¿Qué es una fractura de humero proximal?
La fractura de hombro en la cabeza del húmero se conoce como fractura del húmero proximal. Estás se produce generalmente en pacientes de edad avanzada que tienen antecedentes de osteoporosis. En los pacientes más jóvenes, también puede ocurrir por algún traumatismo de impacto físico.
Se producen en el hueso osteoporótico después de un trauma trivial o una caída desde la altura. El mecanismo puede ser directamente por la caída en el muñón del hombro o indirectamente por la caída apoyando la mano o el codo. Dependiendo de la edad, la calidad del hueso del paciente, la violencia del trauma y la posición de la extremidad superior en el accidente, la fractura presentará diferentes aspectos anatómicos.
¿Qué es una fractura de humero distal?
Una fractura del humero distal afecta la articulación del codo, el cual coordina los movimientos de la extremidad superior, facilitando la ejecución de las actividades de la vida diaria, como el aseo personal, vestirse y cocinar. El objetivo de la reducción abierta y fijación interna es la restauración de la anatomía normal. La fractura de húmero distal sigue proporcionando problemas reconstructivos desafiantes para el cirujano ortopédico. Esta lesión puede ocurrir generalmente en niños y personas mayores.
Gran parte de la dificultad encontrada en el tratamiento de las fracturas de húmero distal radica en la compleja anatomía de la articulación del codo ya que se puede producir trituración articular.
¿Cómo es la recuperación de una cirugía de fractura de húmero?
Existen diferentes procedimientos quirúrgicos para la fractura de húmero, de acuerdo con su importancia y ubicación. El objetivo común delas diferentes técnicas es fijar el hueso fracturado a su posición original, de modo que el paciente recupere una mayor movilidad de la articulación del hombro. Después de una fractura de húmero y la cirugía, aquí se indica cómo es la recuperación.
- Después de 3 y 4 semanas, se establece una rehabilitación terapéutica con expansión hasta de 80°
- Movilidad completa después de la cicatrización ósea completa (aproximadamente 6 semanas)
- Terapias con gimnasia dentro del agua
- No tomar pesos con más de 2 kg de carga hasta que la fijación del hueso sea completa, esto sucede aproximadamente en 6 semanas.
¿Cómo escoger un cabestrillo para fractura de húmero?
Dependiendo del tipo de fractura de húmero, la intensidad, la forma del accidente y del lugar afectado, la cirugía y el tratamiento puede ser diferente. Sin embargo, todas las rehabilitaciones contemplan, entre otras cosas, el uso de un cabestrillo para llevar a cabo la fijación del hueso de manera permanente. El médico tratante es el más capacitado para escoger un cabestrillo para fractura de húmero.
Por ejemplo, una fractura con desplazamiento del cuello anatómico, puede requerir el uso de un cabestrillo, el más indicado para estos casos, es el tipo Velpeau, cuyo tiempo de uso debe ser durante unas 6 semanas.
Las fracturas donde se busca alinear el fragmento distal con el proximal, además de necesitar un proceso de abducción y flexión, también requiere el uso de un cabestrillo fijado en el tórax para inmovilizar el brazo.
¿Cómo es la recuperación de una fractura de húmero en niños?
La estructura ósea en la edad infantil es más suave porque está menos mineralizada que en los adultos. Por lo tanto, las fracturas de húmero en niños, suelen tener un trauma menos violento, son en su mayoría parciales o ligeramente desplazadas.
Por consiguiente, estas fracturas producen muchas ventajas y hacen más fácil guiar la terapia. La ventaja más importante es la capacidad de remodelación, es decir, que el hueso puede adoptar una forma “normal” mediante el uso de una férula, un vendaje o un yeso, sin necesidad de una intervención quirúrgica. La permanencia de estos implementos para la recuperación suele ser entre 4 y 6 semanas.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.