Luxación de Tobillo: Tratamiento y Recuperación

La luxación de tobillo o esguince, es una de las lesiones articulares más comunes. Casi la mitad de los esguinces se producen durante una actividad deportiva, mientras que otros se suceden durante una caída o un movimiento en falso.

El esguince de tobillo es un síntoma doloroso y puede causar una falta crónica de fuerza, resistencia, flexibilidad y estabilidad. Aquí mencionamos siete medidas esenciales para el tratamiento y recuperación de una luxación de tobillo.

Inmovilizar

Evitar el movimiento del tobillo durante las primeras 24 horas y dependiendo de la intensidad de los síntomas, no afincarlo al caminar. Si es necesario, se debe emplear el uso de un bastón o unas muletas.

Suspenderlo

En posición sentado o acostado, se sugiere colocar el tobillo de manera que quede más arriba de la rodilla. Si es necesario, se puede colocar unas almohadas debajo de la rodilla para maximizar su comodidad.

Aplicación de frío

Se recomienda utilizar el hielo durante aproximadamente 15 minutos para reducir el dolor del tobillo, especialmente durante las primeras 48 horas. Es necesario tener en cuenta que ningún estudio ha demostrado los beneficios de hielo sobre la inflamación de las articulaciones. Sin embargo, si es conocido el efecto del hielo en los vasos sanguíneos y muchos pacientes indican encontrar alivio al emplearlo sobre la zona afectada.

Vendaje elástico

También se recomienda aplicar un vendaje elástico para controlar y reducir la hinchazón, en una luxación de tobillo.

Movimientos leves

Después de unas 24 horas de haber sucedido la luxación de tobillo, se puede comenzar a dar movimientos leves al pie y al tobillo, en función a la tolerancia. Los movimientos indicados son: flexionar el tobillo, moverlo hacia adentro y hacia afuera sin mover la rodilla.

Estabilizar

Estimular el equilibrio sobre uno o ambos pies. Hacerlo con los ojos abiertos en primer lugar, y luego, con los ojos cerrados con el fin de aumentar el nivel de dificultad.

Reanudar actividad física

Cuando el dolor es controlado o se encuentra ausente, se recomienda reanudar la actividad física gradualmente; es posible caminar o nadar en la piscina, con o sin contacto con el suelo. Un fisioterapeuta puede ayudar en la rehabilitación o en el tratamiento de una luxación de tobillo.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: diciembre 22, 2017.