Todo sobre las fracturas del eje femoral (muslo)
El fémur es el hueso más largo y fuerte de nuestro cuerpo. Debido a su fortaleza, por lo general se requiere mucha fuerza para romperlo. Los accidentes automovilísticos suelen ser la principal causa de fracturas de fémur.
La parte larga y recta del fémur se llama eje femoral. Cuando hay una fractura en cualquier punto a lo largo de este hueso, se denomina fractura de la diáfisis femoral. El eje femoral se extiende desde debajo de la cadera hasta la parte donde el hueso comienza a ensancharse en la rodilla.
Tipos de fracturas de eje femoral
Las fracturas de fémur varían mucho, dependiendo de la fuerza que causa la ruptura. Las piezas de hueso pueden quedar correctamente alineadas o fuera de alineación (desplazadas), la fractura puede ser cerrada (piel intacta) o abierta (el hueso ha perforado la piel).
Las fracturas de fémur se clasifican en función de:
- La ubicación de la fractura (la diáfisis femoral se divide en tres partes: distal, medio, proximal)
- El patrón de la fractura (por ejemplo, el hueso puede romperse en diferentes direcciones, en sentido transversal, longitudinal, o central)
- Si la piel y el músculo por encima del hueso están desgarrados
Los tipos más comunes de fracturas del eje femoral incluyen:
Fractura transversal. En este tipo de fractura, la lesión describe una línea horizontal recta a través de la diáfisis femoral.
Fractura oblicua. Este tipo de fractura describe una línea en ángulo a través del eje.
Fractura espiral. La línea de fractura rodea al eje como las rayas en un bastón de caramelo. Este tipo de fracturas ocurre cuando existe una fuerza de torsión en el muslo.
Fractura conminuta. En este tipo de fractura, el hueso se ha roto en tres o más piezas. En la mayoría de los casos, el número de fragmentos de hueso se corresponde con la cantidad de fuerza requerida para romper el hueso. Más en ¿Qué es y cómo se trata una fractura conminuta?
Fractura abierta. Si se rompe un hueso de tal manera que los fragmentos de hueso sobresalen a través de la piel o una herida penetra hasta el hueso roto, la fractura se llama fractura abierta o compuesta. Las fracturas abiertas a menudo implican mucho más daño en los músculos, tendones y ligamentos que rodean al hueso. Tienen un mayor riesgo de complicaciones, especialmente de infecciones y tiempo de curación más largo.
Causas
Las fracturas del eje femoral en los jóvenes con frecuencia se deben a algún tipo de colisión de alto impacto. Por ejemplo, un accidente de vehículo o motocicleta. Ser golpeado por un coche como peatón, las caídas desde alturas y las heridas de bala son otras causas comunes.
Un incidente de menor fuerza, como una caída rutinaria, puede causar fractura de la diáfisis femoral en personas mayores porque tienen huesos más débiles.
Síntomas
Una fractura del eje femoral suele causar dolor intenso inmediato. La persona no será capaz de poner peso sobre la pierna herida, que puede lucir deformada, más corta que la otra pierna y curva.
Examen médico
Historia clínica y examen físico: es importante que el médico sepa los detalles de cómo ocurrió la fractura. Por ejemplo, si el paciente estuvo en un accidente de coche, ayudaría saber qué tan rápido se fue, si era el conductor o un pasajero, si llevaba el cinturón de seguridad y si las bolsas de aire se dispararon. Esta información ayudará a su médico a determinar cómo se lesionó y si puede estar herido en otro lugar. También es importante saber si tiene otros problemas de salud como presión arterial alta, diabetes, asma o alergias, y qué tipo de medicamentos toma normalmente.
Después de discutir sobre la lesión y la historia médica del paciente, el médico hará un examen físico cuidadoso. Primero evaluará el estado general y luego se centrará en la pierna para buscar:
- Una deformidad obvia del muslo / pierna (un ángulo inusual, torcedura o acortamiento de la pierna)
- Rupturas en la piel
- Moretones
- Piezas óseas que pueden estar empujando la piel
Generalmente, si el paciente está despierto, también se pone a prueba su capacidad para sentir y mover la pierna.
Pruebas con imágenes: otras pruebas le proporcionarán más información al médico acerca de la fractura.
- Rayos X. La forma más común de evaluar una fractura es con un examen de rayos X, el cual proporciona imágenes claras de los huesos. Los rayos X pueden mostrar si un hueso está intacto o roto, así como el tipo de fractura y la posición exacta donde se encuentra.
- Tomografía computarizada (TC). Si el médico aún necesita más información después de revisar las radiografías, puede ordenar una tomografía computarizada. Esta prueba muestra una imagen de la sección transversal de la extremidad, puede proporcionar información valiosa acerca de la gravedad de la fractura. Por ejemplo, a veces las líneas de fractura pueden ser muy finas y difíciles de ver en una radiografía. Esto se puede solucionar con una tomografía.
Tratamiento
El tratamiento no quirúrgico
La mayoría de las fracturas del eje femoral requieren cirugía para sanar, el tratamiento no quirúrgico no es habitual. Los niños muy pequeños a veces se pueden curar con un yeso.
El tratamiento quirúrgico
Cirugía. Si la piel alrededor de la fractura no se ha roto, el médico puede esperar hasta que el paciente esté estable para hacer la cirugía. Sin embargo las fracturas abiertas exponen el sitio de la fractura al medio ambiente, por lo que necesitan ser limpiadas y requieren cirugía inmediata para prevenir la infección.
En el tiempo que pasa desde la atención de emergencia inicial hasta la cirugía, se requiere un trabajo de alineación y apoyo para el hueso roto, esto se puede lograr con una férula larga o el método de tracción esquelética.
La fijación externa. En este tipo de operación, se colocan pernos o tornillos de metal en el hueso, por encima y debajo del sitio de la fractura. Los pernos y tornillos se unen a una placa por fuera de la piel. Este dispositivo actúa como un marco de estabilización que mantiene los huesos en la posición adecuada para que puedan sanar.
La fijación externa generalmente es un tratamiento temporal para las fracturas de fémur. A menudo se usa cuando un paciente tiene múltiples lesiones y aún no está listo para una cirugía de reparación. En algunos casos, el fijador externo se deja colocado hasta que el fémur se haya recuperado por completo, pero esto no es común.
Enclavado intramedular. Actualmente, el método que la mayoría de los cirujanos utilizan para el tratamiento de las fracturas del eje femoral es el enclavado intramedular. Durante este procedimiento, se inserta una varilla de metal en el canal medular del fémur. La varilla pasa a través de la fractura para mantener al hueso en su posición y es sujetada en los extremos por clavos que penetran desde la piel hasta el interior del hueso.
Los clavos intramedulares suelen fabricarse de titanio. Vienen en diferentes longitudes y diámetros para adaptarse a los distintos huesos de fémur. Ellos proporcionan una fijación fuerte, estable y de larga duración.
Las placas y tornillos. Durante la cirugía, los fragmentos de hueso se vuelven a colocar (reducción) en su alineación normal. Luego se mantienen unidos con tornillos especiales y placas metálicas a la superficie externa del hueso. Estos dispositivos se utilizan cuando el enclavado intramedular no es posible, por ejemplo en fracturas que abarcan las articulaciones de la cadera o la rodilla.
Recuperación
La mayoría de las fracturas del eje femoral requieren de 4 a 6 meses para sanar completamente. Algunos casos toman más tiempo, sobre todo si la fractura es abierta o si el hueso se ha roto en varios pedazos.
Muchos médicos alientan el movimiento de la pierna desde temprano en el período de recuperación. Es muy importante seguir las instrucciones sobre cuándo y cómo poner peso sobre la pierna lesionada para evitar problemas.
Cuando la persona comience a caminar, lo más probable es que tenga que utilizar muletas o un andador para apoyarse. Debido a que es muy probable que pierda la fuerza muscular en la zona lesionada, ejercitarse durante el proceso de curación es muy importante. Además, la terapia física con asistencia profesional puede ayudar a recuperar la fuerza normal de los músculos, la movilidad articular y la flexibilidad.
Complicaciones de una fractura de eje femoral
- Los extremos del hueso fracturado a menudo son afilados y pueden cortar o desgarrar los vasos sanguíneos y nervios que lo rodean.
- Puede desarrollarse un síndrome compartimental agudo. Esta es una condición dolorosa que se produce cuando la presión dentro de los músculos alcanza niveles peligrosos. Esta presión puede disminuir el flujo sanguíneo, lo que impide la alimentación y oxigenación adecuada de las células nerviosas y musculares. A menos que la presión se alivie rápidamente, puede dar como resultado una incapacidad permanente. Esto es una emergencia quirúrgica.
- Las fracturas abiertas exponen el hueso al medio ambiente exterior. Incluso con una buena limpieza quirúrgica del hueso y los músculos cercanos, el hueso puede infectarse. La infección ósea es difícil de tratar y a menudo requiere múltiples cirugías y tratamiento con antibióticos a largo plazo.
Las complicaciones de la cirugía
Además de los riesgos de las cirugías en general, como la pérdida de sangre o problemas relacionados con la anestesia, la cirugía en una fractura de fémur puede causar:
- Infección
- Lesión en los nervios y vasos sanguíneos
- Coágulos de sangre
- Embolia grasa (la médula ósea entra en el torrente sanguíneo y viaja a los pulmones, algo que puede pasar por la propia fractura, antes de la cirugía)
- Mala alineación o imposibilidad de colocar correctamente los fragmentos de hueso roto
- Unión retardada o pseudoartrosis (cuando la fractura se cura más lento de lo normal o no se cura en absoluto)
- Irritación de dispositivos (a veces los extremos de los clavos o tornillos pueden irritar los músculos y tendones que recubren al hueso)
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: abril 8, 2019.