10 ingredientes dañinos que se encuentran en alimentos comunes

Aunque todos sabemos que consumir más alimentos enteros y naturales es bueno para nuestra salud, muchas personas no pueden evitar el consumo de alimentos procesados cada día. Después de leer este artículo seguramente  comenzarás a prestar atención a la lista de ingredientes que vemos en varios productos populares de supermercado.

Colores artificiales

Los colores artificiales se utilizan para realzar el color de los alimentos y hacer que luzcan mucho más atractivos, pero al mismo tiempo ofrecen un arco iris de riesgos. Algunos de estos colorantes se han relacionado con diversos problemas de salud, tales como reacciones alérgicas, fatiga, asma, erupciones cutáneas, hiperactividad, dolores de cabeza y algunos tipos de cáncer.

Los colores artificiales se encuentran en muchos alimentos procesados, como dulces, bebidas, alimentos para mascotas, productos horneados, cereales e incluso medicamentos. Aquí están algunos de los colores más comunes que se utilizan hoy en día: Azul # 1 (Azul Brillante), Azul # 2 (Indigo Carmine), Citrus Red # 2, Verde # 3 (Verde Rápido), Rojo # 3 (Erythrosine) Rojo # 40 (Rojo Allura), Amarillo # 5 (Tartrazina) y Amarillo # 6 (Amarillo Puesta del Sol). Siempre lee la etiqueta del producto para ver si contiene colores artificiales.

Glutamato monosódico (GMS)

Este es un potenciador de sabor que se puede encontrar en la comida china, comida de restaurante, ensaladas, patatas fritas, galletas, salchichas, carnes procesadas, salsas, comidas congeladas, sopas y muchos más alimentos. Se ha relacionado con varios problemas de salud tales como daño cerebral, inflamación del hígado, problemas de aprendizaje, obesidad, dolores de cabeza/náuseas, asma, cambios en la frecuencia cardíaca y otras enfermedades.

Conservantes artificiales

Hay varios tipos de conservantes que previenen el deterioro y la intoxicación alimentaria, así como el crecimiento del moho. El uso de conservantes es bien intencionado, ya que evitan el botulismo, el moho y las bacterias, permitiendo que los productos tengan una vida útil más larga; sin embargo algunos conservantes tienen efectos secundarios peligrosos y son potencialmente carcinógenos. También pueden causar hiperactividad, cambios hormonales, daños al hígado, al sistema nervioso y muchos otros problemas de salud.

Cuando leas la etiqueta de los productos alimenticios, busca ingredientes tales como hidroxianisol butilado (BHA), hidroxitolueno butilado (BHT), butilhidroquinona terciaria (TBHQ), benzoato de sodio, bromato de potasio (normalmente usado como mejorador de la harina). También los nitratos de sodio y nitritos de sodio son otros conservantes que se añaden a las carnes procesadas y curadas para preservar el color y extender su vida útil. Desafortunadamente estos compuestos pueden convertirse en nitrosaminas, que son sustancias químicas potencialmente cancerígenas.

Sabores artificiales

Se trata de mezclas químicas que imitan sabores naturales y se pueden encontrar en jaleas, refrescos y caramelos. Estos sabores se fabrican partiendo de una base similar, pero tienen sabores dramáticamente diferentes debido al uso de diversos olores y fragancias. Muchos aromas artificiales se derivan del petróleo y la mayoría de los sabores artificiales realmente contienen muchos ingredientes químicos, que es su mayoría son volátiles. Por ejemplo el aceite vegetal bromado se utiliza principalmente para aumentar el sabor y ayudar a emulsionar los refrescos con sabor a cítricos.

Los sabores artificiales se han relacionado con daños al cerebro y el sistema nervioso, cáncer, náuseas, dolores de cabeza, mareos, reacciones alérgicas, dermatitis, eczema, hiperactividad, asma, entre otros.

Jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF)

Esta es una alternativa más barata al azúcar de caña y de remolacha, en países como Estados Unidos es uno de los edulcorantes que han reemplazado principalmente el azúcar de mesa en la industria alimentaria. Es el principal edulcorante utilizado en los alimentos y bebidas procesadas. Se utiliza comúnmente en panes, cereales, barras de desayuno, carnes, yogures, refrescos, sopas y condimentos.

El uso extensivo de JMAF en la fabricación de alimentos hace que la sustancia altamente procesada sea más dañina para los seres humanos que el azúcar regular. También se ha relacionado con muchos problemas de salud, teniendo una alta relación con la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la enfermedad hepática grasa no alcohólica.

Edulcorantes artificiales

Estos incluyen aspartamo, sacarina, sucralosa, acesulfamo-K, entre otros. Se trata de aditivos químicos que duplican el efecto del azúcar en el gusto y aportan menos energía alimentaria. Son de 30 a 8.000 veces más dulces que el azúcar y como resultado, aportan mucho menos calorías que los alimentos hechos con azúcar de mesa. Muchos sucedáneos del azúcar tienen cero calorías por gramo. Estos edulcorantes se encuentran en los alimentos y productos dietéticos para reducir las calorías por porción.

Se han asociado con un impacto negativo en el metabolismo y algunos se han relacionado con la obesidad, síndrome del intestino irritable (SII), daño cerebral, cáncer, dolores de cabeza, mareos y alucinaciones.

Grasas trans

Las grasas trans aumentan el sabor, la textura y la vida útil de muchos alimentos procesados. Estas grasas se forman cuando los fabricantes convierten los aceites líquidos en grasas sólidas a través de un proceso llamado hidrogenación. Se ha afirmado que un alto consumo de grasas trans puede tener una asociación directa con el cáncer de próstata en los hombres. También presta atención a un sustituto de la grasa que no añade grasa, calorías o colesterol a productos horneados y fritos que se llama olestra. La olestra puede causar cólicos abdominales, heces blandas e inhibir la absorción de algunas vitaminas y otros nutrientes. Este sustituto no está aprobado para la venta en muchos países

Granos refinados

Un grano refinado se obtiene mediante el procesamiento de un grano natural, de modo que algunos o la mayoría de los nutrientes se pierden. Cuando un grano entero es refinado, tanto el salvado como el germen son eliminados, incluyendo toda la fibra, las vitaminas y los minerales. Dado que son fáciles de digerir y aumentan los niveles de azúcar en la sangre e insulina, pueden conducir a todo tipo de problemas de salud. Reemplaza los granos procesados ​​por granos enteros como arroz marrón o arroz salvaje, pasta integral, pan integral, cebada y harina de avena.

Azúcar

El azúcar se puede encontrar no sólo en alimentos obvios como galletas, pasteles, sodas, refrescos y otros dulces, sino también en salsas para pastas, aderezos para ensaladas y verduras enlatadas. Por lo tanto cuando leas las etiquetas de los alimentos, busca el azúcar como primer ingrediente y ten en cuenta los nombres ocultos del azúcar: fructosa, lactosa, sacarosa, maltosa, glucosa y dextrosa. Comer muchos alimentos azucarados aumenta el riesgo de padecer obesidad, problemas hormonales y cáncer.

Sal (cloruro de sodio)

El sodio es necesario para la vida y es esencial para muchos procesos en nuestro cuerpo, pero sólo se necesita una pequeña cantidad al día. El consumo excesivo de sodio puede provocar hipertensión, retención de líquidos en el cuerpo, lo que hace que los riñones y el corazón tengan que trabajar más, y puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de estómago. La mayor parte del sodio en nuestra dieta se puede encontrar en alimentos procesados como las salsas, la comida rápida, las verduras enlatadas, las sopas instantáneas, las carnes curadas o en conserva.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.