Tengo náuseas pero no vomito ¿Qué me está pasando?
La acción de vomitar, también conocida como emesis, describe la expulsión forzosa de los contenidos del estómago a través de la boca. La náusea es una desagradable sensación de incomodidad o malestar en el estómago. Las náuseas y los vómitos no pueden ser considerados como una enfermedad en sí mismos; en realidad, son síntomas no específicos que tienen varias causas posibles. Aquí te explicamos las razones del porqué a veces tienes nauseas, pero no vomitas.
Entre las causas fisiológicas que provocan náuseas y vómitos, resaltan:
- Anomalías en los órganos pélvicos y abdominales
- Indigestión
- Reflujo gastroesofágico
- Irritación del estómago
- Irritación de la mucosa intestinal
- Gastroenteritis
- Hepatitis
- Pancreatitis
- Alteraciones renales
- Complicaciones en la vesícula
- Menstruación
- Embarazo
- Complicaciones en el oído interno
- Vértigo
- Cinetosis
- Laberintitis
- Alteraciones en el cerebro y líquido cefalorraquídeo:
- Migrañas
- Traumas de la cabeza
- Tumores cerebrales
- Meningitis
Entre las causas psicológicas, destacan:
- Trastornos de ansiedad generalizada
- Depresión
- Estrés
Aunque normalmente antes de vomitar se experimenta la sensación de náusea, es posible que puedas sentir náuseas y no vomitar, lo cual es algo que puede presentarse con frecuencia, debido a que la náusea es un síntoma provocado por una gran variedad de causas y que no, obligatoriamente, deriva en vómito.
Vomitar es la respuesta natural que tiene el cuerpo para expulsar sustancias que identifica como perjudiciales; mediante este mecanismo de reflejo, el contenido del tubo digestivo, es expulsado violentamente por contracciones bruscas del diafragma y músculos abdominales. Distinto a la liberación de otros fluidos corporales, el vómito es una compulsión física irreprimible, que generalmente deja una sensación que resulta desagradable, incómoda y repugnante.
Es esta repulsiva sensación, lo más reprochable del acto de vomitar y lo que muchos desean evitar. Vomitar es súbito y precipitado, y generalmente provoca repugnancia y frustración de los que lo presencian, sean amigos o familiares, que a su vez, pueden llegar a provocarte un sentimiento de vergüenza y culpa.
Estos factores pueden generar en algunas personas, el desarrollo de un sentimiento de aversión, caracterizado por un temor intenso e irracional que es conocido como emetofobia; se trata de un trastorno de ansiedad, que refleja un miedo excesivo y un profundo asco, a todo lo que se encuentre vinculado al acto de vomitar. Esta es una de las rozones del porqué, a veces tienes náuseas, pero no vomitas.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: diciembre 22, 2017.