9 razones por las que debes consumir alimentos probióticos
¿Has escuchado sobre la importancia de consumir o tomar probióticos? Cualquier persona puede beneficiarse de estos microorganismos, especialmente cuando se ha estado siguiendo un curso de antibióticos. Es común que durante un tratamiento con antibióticos muchas personas se sientan peor, en lugar de mejorar su estado general. Por ejemplo pueden experimentar dolor de estómago, diarreas e incluso desarrollar una infección vaginal en el caso de las mujeres.
Esto ocurre principalmente porque los antibióticos no solo eliminan a los organismos patógenos, también afectan la población bacteriana normal de nuestro organismo, incluyendo los intestinos y la flora vaginal. Al consumir probióticos, reducimos significativamente los efectos secundarios de los antibióticos, ayudamos a que el entorno bacteriano permanezca en equilibrio y mantenemos bajo control el desarrollo de síntomas indeseables.
En este artículo estaremos hablando sobre algunas situaciones en las que es muy recomendable consumir probióticos, así como las mejores formas de obtenerlos.
Cómo puedes consumir los probióticos
Una nutrición adecuada. La forma más básica de obtener probióticos es mediante la alimentación diaria. Come alimentos fermentados como el yogurt, el kéfir, el miso, el chucrut, los quesos blandos, los vegetales encurtidos, el té de kombucha, etc.
Suplementos nutricionales. Una alternativa son los suplementos probióticos; los suplementos contienen diferentes tipos de bacterias y diferente concentración. En situaciones especiales, como cuando se utilizan antibióticos, debes tomar un suplemento que tenga una alta concentración de probióticos, y luego puedes cambiarlo por uno de menor concentración. Se recomienda tomar los suplementos probióticos alejados de los antibióticos, por ejemplo 1 o 2 horas después.
Situaciones en que se recomienda consumir probióticos
Prevención y tratamiento de la diarrea. Las bacterias probióticas reducen significativamente la duración de las diarreas y el dolor de estómago, especialmente en los niños. Esta es una medida complementaria efectiva y segura, no provoca efectos secundarios.
Alivio de las diarreas por tomar antibióticos. Uno de los mayores problemas durante los tratamientos con antibióticos es que pueden causar daño en la flora intestinal. En algunos estudios se ha demostrado que tanto los niños como los adultos que tomaron probióticos durante el plan con antibióticos tuvieron una disminución significativa de las diarreas. Esto se debe a que los probióticos contribuyen al fortalecimiento de la flora en el intestino y previenen el crecimiento de bacterias patógenas.
Prevención de enfermedades en los hospitales. No es un secreto que en los hospitales existe un mayor riesgo de contraer infecciones. Este es un fenómeno común, especialmente en los lactantes y niños pequeños, aunque se tenga una buena higiene general. La administración de probióticos puede reducir significativamente este riesgo, ya que favorecen el fortalecimiento del sistema inmune. (Ver: 23 Consejos útiles para estimular al sistema inmune)
Prevención de alergias. Se afirma que las bacterias probióticas pueden evitar la penetración de diferentes antígenos que contribuyen al desarrollo de reacciones alérgicas, o tienen la capacidad de mejorar el sistema inmunitario para combatir síntomas alérgicos ya existentes. Este efecto beneficioso se observa aun más en casos de alergia grave.
Curar enfermedades inflamatorias intestinales. Una de las principales causas de estas enfermedades es la composición de la flora intestinal. Los probióticos son capaces de mejorar la composición de dicha flora, reduciendo la duración de los síntomas y evitando posibles recurrencias.
Prevención de la inflamación del colon en los bebés prematuros. Los bebés prematuros carecen de madurez en sus sistemas corporales, incluyendo el sistema digestivo. En algunos casos se desarrolla una inflamación en el colon, probablemente causada por el desarrollo incompleto de la flora o por el efecto de los diferentes tratamientos que recibe, incluyendo los antibióticos. Se ha demostrado que los probióticos pueden reducir significativamente el desarrollo de esta enfermedad cuando se utilizan de forma preventiva.
Alivio de cólicos en los bebés. Varios estudios recientes demostraron la eficacia de la terapia probiótica para tratar los cólicos en bebés. Recuerda que siempre debes consultar a un pediatra antes de administrar cualquier suplemento.
Tratamiento de las infecciones vaginales. Los probióticos pueden ayudar a prevenir el desarrollo de infecciones vaginales comunes, como la infección por hongos y la vaginosis bacteriana, e incluso pueden contribuir a su erradicación una vez que ya se han establecido. (Ver: Infección vaginal por hongos o candidiasis: causas, síntomas y tratamientos)
Tratamiento de varios problemas digestivos. Los probióticos son una parte importante en el tratamiento de infecciones causadas por la bacteria Helicobacter pylori, del síndrome del intestino irritable, el estreñimiento y la intolerancia a la lactosa (algunas bacterias probióticas son capaces de secretar la enzima que descompone el azúcar de la leche).
Qué tipo de probióticos debes tomar
Existe un consenso acerca de la seguridad de los probióticos, incluso para los bebés. Sin embargo un detalle a tener en cuenta durante los tratamientos probióticos es que hay muchos tipos de bacterias probióticas; es necesario conocer cada una y el papel que desempeña en el organismo, así como la forma en que podemos consumirlas de forma segura. Antes de elegir un probiótico, lo mejor es comprobar si el producto indica el subtipo de bacteria y lo que esta puede hacer en el organismo. Si tienes alguna duda, consulta antes con tu médico para que te oriente sobre el tipo de probiótico que debes tomar según sea el caso.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.