10 razones para NO ignorar el dolor corporal crónico

Sin importar la edad, el dolor corporal crónico puede afectar a cualquier persona y ser una experiencia angustiosa. Los dolores corporales más comunes son el dolor de cabeza, el dolor de cuello y espalda, el dolor muscular, el dolor en las articulaciones y el dolor neuropático; que ocurre cuando el sistema nervioso no funciona correctamente (Para saber más, visita el artículo; Causas de los dolores musculares – en cada parte del cuerpo – ). Es una condición médica que necesita atención y no debe ser ignorada.

Estas son algunas de las causas más comunes del dolor corporal crónico que es importante conocer.

¿Cuándo el dolor corporal crónico es una causa de preocupación?

El síntoma más obvio de esta condición es, por supuesto, el dolor intenso en los músculos y las articulaciones, muy parecido a lo que se experimenta durante la gripe. Pero hay otros síntomas que pueden ocurrir junto con el dolor:

• Fiebre
• Cuando el dolor se vuelve severo, sensibilidad en las áreas de las articulaciones.
• Inflamación de los músculos.
• La falta de sueño debido al dolor constante.
• Debilidad y una sensación general de estar enfermo.

Ciertas enfermedades pueden conducir a este problema, y ​​es prudente que te chequees y recibas tratamiento por el mismo. Algunas de estas enfermedades son:

Fibromialgia

Este es un trastorno con síntomas característicos de dolor corporal crónico generalizado, fatiga y trastornos del sueño que afectan negativamente la calidad de vida. Otros síntomas son:

• Puntos sensibles dolorosos.
• Rigidez matutina.
• Depresión.
• Dificultades cognitivas.
• Los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad generalmente ocurren junto con la fibromialgia, ya que tienen anomalías fisiopatológicas comunes (cambios funcionales asociados con o resultantes de una enfermedad o lesión).
• Síndrome del intestino irritable (SII).
• Migraña.
• Trastorno temporomandibular (mandíbula y problemas del músculo facial circundante).
• Síndrome de vejiga dolorosa.
• Inflamación de la próstata y dolor pélvico crónico.

Para aliviar el dolor temporal y ayudarte a lidiar con los síntomas puede que tu doctor te prescriba antidepresivos o relajantes musculares para reducir la percepción del dolor en tu cerebro. Pero la primera línea de tratamiento incluye fisioterapia, ejercicio, una dieta balanceada, métodos de alivio del estrés como masajes y técnicas de relajación como las asanas del yoga para el alivio del estrés y terapia de comportamiento cognitivo.

En algunos casos, el tratamiento no farmacológico ha demostrado ser más útil que únicamente utilizar los medicamentos. Por ejemplo, los estudios han demostrado que el yoga, la acupuntura y la medicina tradicional china son métodos terapéuticos válidos para la fibromialgia

Síndrome de Fatiga Crónica (CFS)

Los síntomas son casi los mismos que en la fibromialgia, sin embargo, cuando la sensación de fatiga extrema no mejora con el reposo, se trata posiblemente de un caso de Síndrome de Fatiga Crónica.

Enfermedad de Lyme

Esta enfermedad es causada por una bacteria llamada Borrelia burgdorferi que se disemina a través de la picadura de la garrapata de patas negras. Los síntomas son:

• Fatiga marcada.
• Dolor de cabeza intenso.
• Dolor musculoesquelético generalizado.
• Puntos de licitación en ubicaciones características.
• Dolor y rigidez en muchas articulaciones.
• Deterioro de la sensación.
• Dificultades de concentración.
• Pérdida de memoria.
• Trastornos del sueño.

Aunque esta enfermedad se puede curar con antibióticos si se diagnóstica en las primeras etapas, puede causar complicaciones como inflamación de las articulaciones a largo plazo (artritis de Lyme) y problemas del ritmo cardíaco, así como problemas en el cerebro y el sistema nervioso. Por lo tanto, aparte de los síntomas anteriores (que generalmente aparecen más adelante) consulta con tu médico si tienes una erupción grande, roja y en expansión que puede parecer una diana, o si has sido mordido por una garrapata.

Estrés

Cliché, pero cierto, el estrés también puede ser el responsable del dolor corporal crónico. Algunos síntomas comunes de esta condición son

• Dolor de cabeza.
• Dolor muscular.
• Dolor de Pecho.
• Trastornos del sueño.
• Problemas estomacales.

Pero, si no estás seguro de si el estrés está causando los síntomas o si has tomado medidas para controlar tu estrés, pero tus síntomas continúan, consulta a tu médico para buscar otras causas posibles.

Niveles bajos de vitamina D

Los niveles bajos de vitamina D pueden causar dolor corporal constante y crónico. Conocida por ayudar en la absorción de calcio, la vitamina D ayuda a mantener tus huesos fuertes, previniendo fracturas. Los bajos niveles de vitamina D hacen que tu cuerpo solo absorba alrededor del 10 al 15 por ciento del calcio que consume. Y dado que se requiere calcio para desarrollar huesos más fuertes y saludables, la deficiencia de vitamina D indirectamente da como resultado huesos débiles, blandos y adoloridos.

Algunos de los síntomas más comunes de bajos niveles de vitamina D son:

• Fatiga constante.
• Huesos adoloridos.
• Debilidad.

Una vez diagnosticada, esta afección es fácil tratar con suplementos de vitamina D y una dieta bien balanceada. La deficiencia prolongada de vitamina D y calcio también puede causar osteoporosis.

Falta de hierro en la sangre

También conocida como anemia, esta condición ocurre debido a la falta de hierro en la sangre. La anemia conlleva a niveles más bajos de oxígeno y nutrientes en la sangre, haciendo que te sientas cansado y adolorido.

Otros síntomas de esta condición incluyen:

• Dolores musculares.
• Piel y uñas pálidas.
• Sangrado excesivo durante la menstruación.
• Uñas y cabello quebradizos.
• Mareos.
• Malhumor e irritabilidad.

El tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro involucra terapias de reemplazo de hierro, que incluyen tabletas y jarabes. Además de eso, se te pedirá que comas alimentos ricos en hierro y vivas una vida sana.

Esclerosis múltiple

Esta es una condición que afecta la médula espinal y el cerebro. Dado que los nervios y el cerebro están involucrados, las personas con esclerosis múltiple a menudo sufren de dolores corporales constantes. Aparte de eso, otros síntomas comunes son:

• Debilidad.
• Sensación de hormigueo.
• Entumecimiento.
• Visión borrosa.
• Rigidez muscular.
• Problemas urinarios.
• Cognición inadecuada.

En la mayoría de los casos, el tratamiento oportuno puede ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad; esto incluye tener medicamentos, estimulación cerebral profunda y tratar condiciones como problemas urinarios que pueden surgir debido a esta condición.

Osteoartritis

Esta es una forma de artritis donde el cartílago entre dos huesos se erosiona, causando que los huesos se froten entre sí, lo que produce dolor e incomodidad. Debido a la naturaleza de esta enfermedad, es posible que sufras de dolor corporal constante que a veces puede ser debilitante. Aparte de eso, otros síntomas de esta enfermedad son:

• Dolor y rigidez de las articulaciones.
• Dolor en las caderas, la espalda y las manos que generalmente se reduce después del movimiento.
• Rigidez en la mañana y en casos de actividad excesiva.
• Daño en el nervio.

El envejecimiento también puede causar dolores crónicos en el cuerpo. Los adultos mayores son más propensos a tener problemas médicos a largo plazo, como diabetes o artritis, que pueden provocar dolor continuo. Por razones desconocidas, a veces no tener ninguna enfermedad también puede causar dolores corporales constantes en los adultos mayores.

Algunas enfermedades también causan dolores constantes en el cuerpo. Los dolores generalizados graves o prolongados pueden indicar trastornos o enfermedades graves. No los ignores; consulta a un doctor lo más pronto posible. Aunque a veces pueden confundirse con afecciones infecciosas o inflamatorias, particularmente en individuos jóvenes, y con afecciones degenerativas de la columna vertebral y la cadera en individuos mayores. Esta confusión puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento lo que a su vez conduce a resultados deficientes o incluso a la muerte.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.